100 Anos das Assembleias de Deus do Nicarágua





 

As Assembleias de Deus do Nicarágua celebra 100 anos de Evangelho Pentecostal

 

asambleas de dios nicaragua As Assembleias de Deus do Nicarágua celebra 100 anos de Evangelho PentecostalA Conferencia Evangélica Pentecostais das Assembleias de Deus do Nicarágua, esta organizando uma mega celebração do centenário do Evangelho Pentecostal, que promete reunir aproximadamente cem mil membros, pastores e lideres das principais igrejas do país.
A celebração do centenário inclui dois eventos, o primeiro é uma conferência, “A Paixão de uma Nação“, direcionada para pastores e líderes, na sexta-feira 20 de abril na Igreja Hosana.
A segunda será a mega concentração na Praça da Fé de Manágua, nos sábado 21 de abril, com a presença de pelo menos cem mil evangélicos pentecostais dos quatro cantos do país que chegarão em caravanas de ônibus que paralisaram a capital nicaraguense.
O conferencista e orador convidado é o Pastor Claudio Freidzon da Argentina, que já confirmou sua presença na terra de lagos e vulcões, Nicarágua.
A comissão organizadora também estendeu um convite para os líderes evangélicos na América Central, América do Sul e América do Norte, bem como para os executivos nacionais das igrejas irmãs. Também foram convidados o presidente da república, as autoridades estaduais e do corpo diplomático no país.
É esperada também com muita nostalgia a chegada dos pastores e membros das Assembleias de Deus de Nicarágua, residentes em vários países do continente africano, muito deles forçados ao exílio por circunstancias sócio políticas dos anos setenta e oitenta.
Sob o tema: “O Espírito Santo, um fator determinante para o crescimento da Igreja” as comemorações começaram em janeiro, com uma carreata que percorreu o percurso marcado pelo primeiro missionário fundador do trabalho das Assembleias de Deus na Nicarágua, Venus Schoeney.
A Igreja Assembleia de Deus, do Brasil, parabeniza nossos irmão também pelos seu centenário.
Com Informações Acontecer Cristiano
HISTORIA
En el año 1912 llegan de los Estados Unidos a Nicaragua el Reverendo Benuz Shoneckey, su esposa Yegui y otro predicador; sin retorno a su patria, ya que sus cuerpos están sepultados en tierras Nicaragüenses. Inició la primera obra en la ciudad de Matagalpa, donde inició con una pequeña escuela para impartir clases de educación de adultos, a su vez, la Señora Rosali Shoneckey enseñaba costura y cocina a las mujeres de la comunidad. Desde esta sede, Benuz inicia la extensión del evangelio a León y Estelí. El segundo centro de predicación fue León, donde surge el gran pionero de las Asambleas de Dios el Reverendo José María Pérez, quien a su vez levantó la primera iglesia de las Asambleas de Dios en Subtiava, León. En 1929, Hc Ball llegó a Nicaragua y notó la necesidad de poner a nombre de las Asambleas De Dios, todo lo que correspondía a la obra; luego regresa a Estados Unidos para pedir refuerzos, la ayuda solicitada vino. En 1932, el Reverendo Benuz entrego la obra en manos de misioneros de las asambleas de Dios, venidos de los Estados Unidos y México.
La obra la recibieron los misioneros mexicanos: Manuel Bustamante que se encargo de la misión de Matagalpa y José Ibarra, con su esposa Delfina , quien posteriormente murió en una mal parto, Ibarra pastoreo la iglesia de león hasta 1937, cuando llega a Nicaragua, enviado por Springfield el misionero, Melvin Hodges, con la autoridad de constituir formalmente la denominación. En el año 1938, vino a Nicaragua, Perry Pymond con su esposa e hijas y junto a Melvin Hodges y José María Pérez (nicaragüense), extendieron el trabajo misionero en el norte del país. Así es como se inicia y se fortalece el tercer centro de predicación del país, en la ciudad de Estelí. Esta primera gira misionera se realizo en el mes de mayo de 1937, conducida por el misionero José Ibarra, acompañado por Melvil Hodges, pastor en Matagalpa. Desde ese momento Estelí se convirtió en el centro misionero, para todo el territorio de las Segovias. Un fruto de esta gran expedición es el tan grande y recordado Juan Simón Videa, quien ya era convertido, pero hasta entonces siente el llamado ministerial, convirtiéndose en un gran pionero nacional.